sábado, 8 de octubre de 2011

Los Sabios Gnomos y los Graciosos Elfos

Los Gnomos según las antiguas mitologías de Europa del Norte, Patagonia y ciertas doctrinas cabalísticas, los gnomos son cada uno de los enanos fantásticos o genios elementales de la Tierra, en cuyas entrañas moran trabajando en las minas, custodiando los tesoros subterráneos y cuidando de los metales y piedras preciosas.
El vocablo gnomo fue utilizado por el alquimista suizo Paracelso en su Liber de nymphis, sylphis, pygmaeis et salamdris, et de caeteribues spiritibus (1566). Su etimología no está clara, procediendo para algunos de una mala traducción del latín medieval gnomus y del verbo griego que significa «conocer». Para otros, sin embargo, derivaría del griego genomós, que quiere decir «terrestre».
Los gnomos forman un pueblo sobrenatural de seres muy pequeños e invisibles, dotados de singular astucia, que nació de la fantasía de los visionarios hebreos llamados cabalistas. Los gnomos poseían la presciencia, conocían los secretos de la Tierra y eran el alma de ésta. Los autores de dicha doctrina aseguraban que el aire, la tierra, el agua y el fuego se agitaban merced a los seres invisibles que animaban estos elementos. Según los cabalistas, Dios asignó el imperio del fuego a la salamandra, el del aire a los silfos, el del agua a las ondinas y el de la tierra, no en la superficie sino en el interior, a los gnomos. Estos moraban en las figuras metálicas del globo, en el interior de las grutas, llenas de estalactitas de maravilloso efecto. Eran los guardianes de las minas de oro y plata.
Los gnomos, aunque no pertenecen propiamente a la mitología sino a la superstición, recuerdan a los telquines y a los cabiros, genios que representan el trabajo en los metales adorados por los griegos en localidades de naturaleza volcánica. Sin embargo, los mitólogos nada han dicho hasta ahora que sepamos de que pudiese haber relación entre esos personajes míticos de Grecia y los gnomos. Estos se repartieron con la filosofía pitagórica cabalística por todo el globo y aunque sufrieron varias modificaciones, según se fueron acomodando a las distintas culturas de los pueblos, siempre conservaron el carácter de dueños del imperio de la tierra y de guardianes de sus minas. La estatura de estos pequeños genios iba en progresión descendente hasta la más diminuta. Son unos seres fantásticos que aparecen en cuentos, dibujos animados, etc. Suelen estar representados en cerámica en los jardines de algunas casas, predominando así en los Estados Unidos de Ámerica.                                                                                                                                                               Los Elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente se trataban de una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos. A pesar de sus orígenes y raíces nórdiLa palabra elfo proviene del proto-germánico *albo-z, *albi-z, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe. El femenino en español es "elfina", "elfinas" (en plural), pero en el lenguaje informal suelen usarse las palabras "elfa" y "elfas" simplemente.
La etimología primordial puede ser la raíz proto-indoeuropea *albh- que significa "blanco", del cual también proviene el latín albus "blanco".[1] [2]cas, también pueden ser comparados con las Hadas y otr

Elfos en la mitología nórdica

Las descripciones más tempranas preservadas de los elfos provienen de la mitología nórdica. En nórdico antiguo eran llamados álfar (singular, caso nominativo: álfr), y a pesar de que no existen descripciones más antiguas o contemporáneas, la aparición de seres etimológicamente relacionados a los álfar en varios folklores posteriores, sugiere fuertemente que la creencia en elfos era común entre todos los pueblos germánicos, y que no sólo se limitaba a los antiguos escandinavos.os seres de culturas europeas.

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