sábado, 8 de octubre de 2011
Dracula ¿mito o realidad?
Debido a algunas novelas y versiones cinematográficas de Drácula, mucha gente piensa que Stoker basó su personaje en una figura histórica: Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, y en leyendas de vampiros que circulaban en Europa oriental. Pero en realidad Tepes vivió en el siglo XV y fue príncipe de Valaquia, (que junto con Moldavia y Transilvania constituyó el reino de Rumanía).
Desde muy pequeño, Tepes mostró una fascinación morbosa por las mazmorras del castillo de su padre. Es un héroe en su tierra, por la resistencia feroz que opuso al avance de los otomanos. Sin embargo, fue extremadamente cruel con sus enemigos, a los que condenaba a la pena capital de empalamiento. Cuenta la historia, y de hecho hay grabados que lo avalan, que Vlad Tepes echaba en un cuenco sangre de sus víctimas y mojaba en ella el pan mientras comía. El término Drácula deriva del rumano «dráculea», que significa «hijo de Drácul», nombre con el que se conocía a su padre, quien integraba la Orden del Dragón, fundada por el rey Segismundo I de Luxemburgo, y cuyo atuendo era una capa negra, luego popularizada en las películas. A su vez, el término rumano «drácul» significa «diablo», pero en sentido que aquí traduciríamos por «fenómeno» o «experto» en algo. En la Rumanía moderna, el castillo de Bran y la región en la que vivió este personaje son hoy en día un importante destino turístico.
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